en que trabajamos hace que cada añada sea muy diferente. Creemos que los largos periodos de crianza matan la personalidad de nuestros vinos.
El tiempo
maceración del tinto se decide catando y trabajando copa en mano, igual que el tiempo en barrica. De forma general, el Isábena finca “Irene” Garnacha suele estar entre tres y cinco meses y la merlot entre seis y doce.
En los blancos
hacemos una vendimia nocturna para que la uva llegue lo más rápido y fría posible a la bodega, máximo en quince minutos.
En bodega
intervenimos poco, lo que no significa que no mimemos nuestros vinos, si no que respetamos al máximo el trabajo hecho durante todo el año en el viñedo.